Baroja y la Sugestión
Refiere Baroja en sus Memorias, que una tarde estuvo bebiendo unas copas con Alejandro Sawa y un escritor francés.
Sawa me pidió tres pesetas. Yo no las tenía, y se lo dije.
─¿Vive usted lejos? ─me preguntó Alejandro, con su aire orgulloso.
─No, bastante cerca.
─Bueno, pues vaya usted a su casa y tráigame ese dinero.
Me lo pidió con tal convicción, que yo fuí a mi casa y se lo llevé.
Él salió a la puerta de la taberna, tomó el dinero y dijo:
─Puede usted marcharse.
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